A esta diminuta cala se accede por un sendero que bordea la costa, frente al puerto de Sant Miquel.
Es un tramo arenoso que une un pequeño islote cubierto por pinos y rodeado de agua en ambas partes, más abrupta en la cara norte y más tranquila en la cara sur con bellas vistas a la isla Murada. La playa dispone de un familiar chiringuito, donde siempre tienen algo para picar.
Post-it: Playa tranquila de aguas limpias, cantos rodados y arena grava natural
Precio estimado: Asequible
Contacto: Port de Sant Miquel