Sostienen los pescadores ibicencos que la comida junto al mar siempre sabe mejor. Tal vez esa es la razón por la que la gastronomía marinera de la isla siempre sorprende intensamente a quien aterriza por primera vez. Toda la costa norte ofrece una selección de restaurantes en la misma orilla del mar, que deparan la mejor experiencia culinaria.
Entre ellos, pueden disfrutarse clásicos como Port Balansat, en la orilla de Sant Miquel; Can Gat, en Sa Cala de Sant Vicent; El Bigotes, en Cala Mastella; el 2.000, en Benirràs, o la Fonda Pou des Lleó y Salvadó, en Canal d’en Martí. Además, aguardan también los deliciosos chiringuitos de Cala Xuclar, Cala d’en Serra, Es Pas de S’Illa y Caló des Moltons, con una oferta más sencilla pero subyugante por su paradisíaca ubicación y tranquilidad.