Situada en el corazón del mar Mediterráneo, Ibiza es una isla afortunada por haber recibido un rico legado cultural. Influenciada por diversas civilizaciones que la han poblado. Fenicios, cartagineses, romanos, árabes y cristianos, entre muchas otras, han dejado su huella.
Tradiciones y costumbres que han influido en la vida y carácter tan singular de los ibicencos, inclusive, en su gastronomía. Un modo de vida supeditada al sol, al mar y a la tierra de Ibiza que ha determinado una exquisita, original y propia gastronomía que provoca un sabor único a los cinco sentidos. Una cocina autóctona elaborada con productos estacionales y configurada por platos nutritivos y sencillos, que combinan con inteligencia los frutos de la tierra y la herencia cultural.
Una cocina basada en la triología mediterránea: el trigo, el vino y el aceite de oliva. Un suculento vestigio culinario y técnicas de elaboración que todavía hoy en día se siguen aplicando, el salazón y el secado de pescado, alimentos perfumados con hierbas aromáticas, el uso del vinagre como gran conservador y la introducción de las especias, como el azafrán y la sal que enriquecieron el menú, así como, el azúcar y la canela que endulzaron los postres.
Los productos frescos y la calidad de las materias primas son los auténticos protagonistas de la gastronomía ibicenca. Siendo el bosque, el mar y el campo la verdadera huerta ibicenca que aprovisiona a la despensa de un variado repertorio de ingredientes y productos. Pescados y mariscos, carnes y caza, aves y huevos, frutas y hortalizas, setas y hongos, asimismo un almanaque de conservas, especias, plantas y hierbas aromáticas que aportan un sabor especial al recetario ibicenco.
El recetario de la cocina ibicenca, es muy diverso, lleno de aromas, sabores y olores que harán seducir al paladar. Una variedad de sofritos y salsas a base de aceite de oliva, cebolla, tomate y ajo; Picadas de ajo, perejil, ñora, almendras y pan tostado, y productos llegados de América, como la patata y el pimiento dan un toque vanguardista y personal a los platos típicos que se preparan en la cocinas de los hogares y restaurantes de Ibiza.
Sabrosas especialidades autóctonas a base de arroces de carne “arròs de matances”, paellas de pescado y calderetas de marisco; Guisos y estofados que combinan carnes y verduras, “sofrit payés” (con sobrasada, botifarró y patatas todo muy especiado) y de pescado fresco, “bullit de peix” (pescado de roca, patatas y salsa ligera de all-i-oli) o “borrida de ratjada” (raya); Fritos de carne de cerdo, calamar o pulpo, todos acompañados por patatas y pimientos; Pescados (mero) y carnes al horno (cochinillo); Platos tan diversos como “los calamares rellenos de sobrasada”, “la coca de pimientos con gató” o “los huesos de cerdo con col, moniato y sobrasada”. Y postres tan dulces como “el flaó” (pastel de queso de cabra y hierbabuena), “ la salsa de nadal”, (caldo de pollo, almendras tostadas, miel, canela y azafrán) y “la graixonera” (pastel de leche, huevos, ensaimadas y canela).
Además, en la isla de Ibiza, se elaboran una excelente selección de embutidos (sobrasada y botifarró), quesos de oveja y cabra, pan payés, aceite de oliva, vinos, licores, confituras y miel.