Una de las calas míticas de Ibiza se llama Benirràs y se encuentra ubicada entre Sant Miquel y Sant Joan. Se trata de una de las pocas orillas de la costa norte de la isla que ofrecen una puesta de sol imponente. Esta media luna arenosa, flanqueada por varaderos y con algunos restaurantes de tradición marinera, constituye un enclave de obligada visita. El Cap Bernat, peñasco que emerge en mitad del horizonte, contribuye a que el crepúsculo resulte, desde aquí, embriagador.
La tradición hippie establece que los domingos del verano se despida al astro rey con un concierto de tambores, al que se unen percusionistas de toda la isla y que disfrutan residentes y turistas llegados de todos los municipios. La fiesta tiene tanto éxito que, de junio a octubre, el tráfico sufre restricciones. Por eso, lo más recomendable es acudir en autobús de línea. En la cala también se reúnen artesanos, que ofrecen abalorios y otros productos que confeccionan ellos mismos.